Cómo crear un jardín vivo
Biodiversidad, hábitat natural y respetuoso con la vida salvaje
Los jardines vivos dan prioridad al uso de diversas especies de plantas autóctonas para atraer una amplia gama de fauna, desde insectos y aves hasta pequeños mamíferos. Así se fomenta un ecosistema sano y se apoya la biodiversidad local.
Diseñar el jardín de modo que se asemeje a hábitats naturales, como praderas, humedales o bosques, puede ofrecer distintos nichos para que habiten diversas especies. Pueden integrarse elementos como estanques, rocas y maderas para crear microhábitats.
La incorporación de elementos como pajareras, cajas para murciélagos e insectos puede proporcionar refugio y lugares de anidamiento para la fauna. Además, seleccionar plantas que produzcan néctar, bayas o semillas puede ayudar a atraer polinizadores y otros animales.
Sin pesticidas, prácticas sostenibles y concienciación
Evitar el uso de pesticidas y herbicidas químicos es esencial para mantener un ecosistema sano. En su lugar, se pueden utilizar métodos naturales de control de plagas y la siembra asociada.
La aplicación de prácticas de jardinería sostenibles, como el compostaje y la recogida de agua de lluvia, puede reducir el impacto ambiental del huerto y conservar los recursos.
Los huertos vivientes pueden servir como herramientas educativas, enseñando a la gente la importancia de la biodiversidad, la conservación y la interconexión de todos los organismos. Están diseñados para que la gente disfrute e interactúe con la naturaleza y suelen incluir senderos, zonas para sentarse y espacios para relajarse, meditar o realizar actividades al aire libre.
Cambios estacionales y mantenimiento continuo
Aprovechar los cambios estacionales naturales del jardín, como la floración de las distintas plantas y la llegada de las aves migratorias, puede hacer que el espacio resulte dinámico y atractivo durante todo el año.
El mantenimiento de un jardín vivo requiere cuidados y mantenimiento continuos para garantizar el equilibrio del ecosistema. Esto puede implicar desbrozar, podar y ajustar las opciones de plantación según sea necesario.
Los jardines vivos encarnan la idea de que el ser humano puede coexistir con el mundo natural y apreciarlo sin alterarlo. Proporcionan un santuario para la vida salvaje, un espacio para la relajación y el disfrute, y una oportunidad para que los individuos y las comunidades conecten con el medio ambiente de forma sostenible y significativa.