Consejos para recuperar el jardín después del verano
El verano es sin duda una estación exigente para los jardines y las plantas y esto se debe a varios factores como el calor que aumenta las tasas de evaporación y transpiración, el exceso de luz solar que puede provocar quemaduras y las plagas o enfermedades que son más frecuentes durante la época estival.
Siguiendo estos consejos para recuperar el jardín después del verano, podrás prepararlo para una temporada de cultivo otoñal fructífera y mantener un espacio exterior sano y bonito.
Limpia y airea el suelo
Empieza por retirar las hojas secas, las plantas muertas y otros restos del jardín. Esto ayudará a prevenir la acumulación de plagas y enfermedades y mejorará el aspecto general de tu jardín.
El segundo paso será airear el suelo: después de un verano caluroso, es posible que tu suelo se haya compactado. Para mejorar la aireación del suelo y la infiltración del agua, utiliza una horquilla de jardín o una herramienta de aireación para aflojar suavemente la tierra de los arriates. Esto ayudará a las raíces de las plantas a respirar y a acceder más fácilmente a los nutrientes.
Considera la posibilidad de retirar la capa superior de la tierra si está excesivamente seca o compactada. Esto dejará al descubierto la tierra fresca que hay debajo y proporcionará un mejor entorno de crecimiento a tus plantas de otoño.
Añade materia orgánica y comprueba el pH del suelo
Incorpora al suelo materia orgánica, como compost. Esto enriquecerá el suelo con nutrientes, mejorará su capacidad de retención de agua y su estructura general. Mezcla la materia orgánica uniformemente en el suelo.
Realiza una prueba del pH del suelo para determinar si es demasiado ácido o alcalino. Ajusta el pH según sea necesario añadiendo cal (para aumentar el pH) o azufre (para disminuirlo) de acuerdo con los resultados de la prueba. La mayoría de las plantas prefieren un pH ligeramente ácido.
Planta bulbos en otoño y añade mantillo
El otoño es un buen momento para plantar bulbos que florecerán en primavera. Los más populares son los tulipanes, narcisos, azafranes y jacintos. Sigue las recomendaciones sobre profundidad de plantación y espaciado de los bulbos que elijas, y riégalos bien después de plantarlos.
Haz balance de tu jardín y planifica la siembra otoñal de hortalizas, hierbas y flores de temporada fría. Éstas pueden prosperar con temperaturas más bajas y menos horas de luz en otoño.
Aplica una capa de mantillo en los arriates para regular la temperatura del suelo, retener la humedad y eliminar las malas hierbas. Los mantillos orgánicos, como hojas trituradas, paja o virutas de madera, funcionan bien.
Poda y riego
Recorta el follaje muerto o demasiado crecido de las plantas perennes y considera la posibilidad de dividir los macizos apiñados para fomentar un crecimiento más sano. También es un buen momento para podar las plantas enfermas o infestadas de parásitos.
Sigue regando el jardín cuando sea necesario, pero sin excederte. Al refrescar las temperaturas en otoño, las plantas suelen necesitar menos agua: nuestra sugerencia sería regar en profundidad y con menos frecuencia.